domingo, 23 de mayo de 2010

Observación 77

La expresión que se utiliza como una forma de humanismo y reconocimiento del ego como ilusión del ser, “Niégate a ti mismo” sería olvidarte de ti mismo por un momento y despojarte del ego que es precisamente, una razón para alejarte del mundo espiritual.
Esta forma de liberación la utiliza Shopenhauer en sus reflexiones (el mundo como voluntad y representación) cuando éste habla del genio como una emancipación de sus sentidos, es decir, cuando el individuo se ha olvidado de sí mismo, su atención y su voluntad estarán enteramente puestas en un objeto en específico.
Este momento especial de una completa atención hacia un objeto externo permite al artista concentrar sus sentidos a la creación de sus obras, que es el olvido de la voluntad (fuerza de vida) y que yo prefiero llamarla, instinto de supervivencia, y que ésta es movida por el ego, que no es mas que afirmación al humanismo.
Esta completa liberación del ego, permite, no sólo la presencia del atributo o cualidad del genio, si no una naturaleza que ha sido olvidada casi por cualquier humano en donde la relación de ideas de la mente está concentrada en cosas tan vanas, que es casi imposible deshacerte de ello. Pues, si pensamos, la mente siempre está donde tu voluntad quiere estar. Gracias a esto, la realidad del individuo funciona a razón de las leyes de supervivencia, que son motivadas por su elección individual de su obrar.

La liberación del ego es estar presente en este mundo, a los objetos que nos parecen externos. Como el suelo, el clima, los paisajes, los edificios, los carros, las personas etc. Este olvido de ti mismo aunque sea sólo por un momento, es una de las muchas opciones para la liberación de lo que el humano frecuentemente reconoce como su “yo”. Mas esta afirmación del ego no es mas que el reconocimiento de la ley de supervivencia y su función para la existencia material y sólo para esto. Como si fueses un títere en función a las leyes del cosmos.
Mi pregunta es: ¿Cómo puede librarse el humano de algo que le parece tan normal y natural? ¿Cómo puede olvidarse del falso “yo” y la idea tan impresa en su mente? ¿Cómo podrá el individuo reconocer su “yo” como algo que no es su ego, y por lo tanto, una identidad que no es material?
Los intentos por hacer presente esta libertad son vanos si no hay reconocimiento del ego como algo falso, superfluo y poderoso en este mundo, pues es la presencia del mundo material.

De aquí que los grandes conquistadores en la historia tengan como personalidad grandes ambiciones de poder en las tierras y en las mentes ajenas, que es únicamente la satisfacción del ego para su poderío en este mundo. Aunque, ¿Qué hay de la ambición del hombre por llegar al llamado “dios”? ¿Qué hay del deseo por tener una absoluta paz?
Parece ser que la filosofía de kazantzakis (la última tentación de cristo) lo expresa de mejor forma.

La doble sustancia de cristo
El anhelo, tan humano,
Tan superhumano…
Del hombre por llegar a Dios…
Siempre ha sido un misterio inescrutable para mí.
Mi angustia principal
Y la fuente de todas mis alegrías
Y penas desde mi juventud,
Ha sido la incensante
Y despiadada batalla…
Entre el espíritu y la carne…
Y mi alma es la arena
Donde estas dos fuerzas
Se han enfrentado.