lunes, 19 de julio de 2010

De la creencia

Se dice que el poder de una idea incrementa o decrece de acuerdo a tu capacidad de voluntad para afirmarla o negarla.
La afirmación de una idea en cuanto a que pueda ser posible o manifestada depende de la experiencia del individuo, como ha sido expresado por el platonismo “no hay nada real que no haya estado antes en tus sentidos”
Y esto significa para mi punto de vista, que las vivencias del espíritu se manifiestan como ideas, es decir, de lo real en tus sentidos, a las ideas, y éstas ideas eventualmente se convierten en creencias.
Mas una creencia es una completa afirmación de la idea en cuanto a que ésta se relaciona con el mundo material. Así la creencia por ejemplo, en un objeto con facultades divinas, es real a razón de que el objeto pertenece al mundo material, mientras que sus poderes ficticios pertenecen a la idea de su creencia. De esta forma su poder es real simplemente porque se ha afirmado la idea, la pregunta es ¿pueden ser todas las ideas reales? Es cualquier idea una creencia?

El poder de la voluntad a la afirmación de la idea es real independientemente de su estado en el mundo material. Si la idea se convierte en una creencia, difícilmente puede ser negada a menos que el individuo por su voluntad así lo crea. De esta forma el trauma posterior por la pérdida de un ser querido puede expresarse como la negación de la muerte del individuo, creyendo firmemente como una negación del evento, que éste sigue vivo, y que sólo la voluntad del individuo en la firmeza de su afirmación puede cambiar la idea, y por lo tanto, su percepción de lo “real”.
De esta manera también, el optimista puede creer por todos los medios en sus ideas de manera en que éste mundo metafísico sea su realidad a razón de que su creencia es protegida por su voluntad. Así las guerras, injusticias y miles de males existentes en el mundo no significan otra cosa más que la presencia de su actividad mental. Y ésta puede ser en mi caso, que todas estas cosas que se consideran “males” significan sólo actos humanos respaldados por sus creencias. Así una idea se justifica por su relación con el mundo y ésta es real porque así se ha querido.

Las creencias en la conciencia varían únicamente por su atención a una idea o a otra. De esta manera tu filosofía puede ser pesimista y fatalista o en el mejor de los casos, lo más razonable posible. Aunque cualquiera de estos adjetivos son reales simplemente porque se ha afirmado la creencia.
Y de la misma forma el mundo es concebido como una “creación de Dios” en el caso del cristianismo o cualquier religión, y esto es completamente real porque la idea ha sido afirmada y se ha convertido de posibilidad, a presencia material.

Aquí se presenta una predisposición mental por creer firmemente en la idea olvidando el mundo terrenal. Como cuando el individuo siente temor por algo y la intensidad aumenta cada vez que la idea se presenta. Mas esto significa primeramente, que tu voluntad quiere que la idea te haga sentir temor, y segundo, que la idea es real porque tu voluntad así lo quiere.

De aquí la afirmación cristiana : “la fe mueve montañas” pues significa el mismo ejemplo anterior de la idea del temor. A saber: la montaña puede ser movida de la misma manera en que el temor por algo aumenta cuando tu completa voluntad está inmersa en la creencia.

viernes, 16 de julio de 2010

Ley de los contrarios

Así como dice Spinoza: “El día demuestra, a la vez que su propia existencia, la noche” pues cualquier existencia manifestada presupone su contrario, y de esta forma se cumple la razón de ser.
Es certero saber que cualquier aprendizaje es posible si éste funciona por sus causas contrarias y esto significa en su forma más general, que el significado de las cosas que percibe la conciencia están definidas en sus muchas características que inmediatamente de acuerdo a su percepción son reflejadas a su existencia. Esto es, por ejemplo, las cosas que se pueden ver, funcionan de acuerdo a la luz reflejada y la capacidad del órgano (vista) de hacer que esto sea posible, mas si uno de estos factores es deficiente no sería posible un entendimiento de las formas del objeto ni su posición en un determinado espacio.
Si reflexionamos en cuanto a la ausencia de uno de estos factores podríamos diferir que uno depende del otro, pues ¿que sería de la vista en la ausencia completa de luz? Y ¿que sería de la música en la ausencia de intervalos de silencio? Eso se define como una armonía. Tanto como el dolor es posible si antes no hubiese permanecido en otro estado.
Por consiguiente, cualquier objeto sufre variaciones en su estado a razón de que esta posibilidad está relacionada directamente con su anterior posición, aunque éste objeto sea una emoción humana. Así el dolor es al placer, como la vista en su armonía de oscuridad y luz, como la muerte al nacimiento etc. Y así cualquier presencia es posible porque ella misma significa una armonía o balance.
Una cosa es conocida como una armonía de sus cualidades, sin embargo, el proceso mental de percepción es tan rápido, que éstas características de contrarios difícilmente son captados en su forma individual, mostrando al que conoce sólo la forma más completa del objeto, que es el completo balance de factores o la unión de sus cualidades.
Así la naturaleza de cualquier ser es conocido simplemente como el es, o en la naturaleza humana como vimos anteriormente, “yo soy el que soy” la unión de sustancias, producto de una armonía de cualidades, que sin sus contrarios, imposibilitan su existencia.
Cabe mencionar que ésta intuición es de acuerdo al plano material, es decir, nuestra percepción del mundo y lo que cabe dentro de nuestra conciencia, pues la ausencia total de todo esto es el vacío, y esto significa un conocimiento inexplicable en función de la razón, por lo tanto, evitaré explicarlo.