lunes, 10 de octubre de 2011

Romper paradigmas( facultad del genio intelectual)

La manera en que se evalúan las decisiones reside en la capacidad intelectual de afrontar la incertidumbre de las causas conocidas a los efectos desconocidos. A deliberar en los actos presentes para un futuro incierto. En efecto, cuando se toma una decisión se planea el porvenir, pues la memoria conoce posibles resultados a partir de ciertas circunstancias.
La mente reconoce de manera inmediata por los sentidos, toda realidad que se transfiere a la imaginación, por esto no suele distinguirse en determinadas ocasiones el sueño de la vigilia, como las alucinaciones a lo real visto.

La imaginación de lo real, no difieren en mucho excepto que la primera significa variadas ideas en diferentes posiciones, y la segunda, todas las sensaciones expuestas de manera en que puedan ser inteligibles y por lo tanto, comprensibles.
Si no existiese una cierta comprensión o asimilación ordenada de sensaciones se diría por ende, que carece de una realidad normal o percepción normal a una mente distorcionada que la gente común llamaría "locura"
Por la ausencia de una percepción ordenada de sensaciones, el individuo será incapaz de razonar en consecuencias lógicas sin capacidad de suponer consecuencias, razón por la cual se toma toda decisión.

En efecto, toda suposición al futuro y decisión planeada no podrían ser completamente acertadas por una distorsión de ideas en la imaginación que posiblemente debido a su poca elocuencia se le atribuye a sus conceptos creados en su forma general, como un “contradictio in adjecto” y un acomodo de causas que poco tienen que ver con una realidad concreta.

Aquí lo que puede cambiar las sensaciones como percepciones por los 5 sentidos, serían tus ideas en la imaginación que por medio de la memoria reconocemos cada una de estas impresiones en un determinado tiempo como espacios y formas. Si el objeto en sí, cambiase por efectos naturales, la idea inmediatamente se adaptaría a la nueva forma conocida. Es decir, que estaría un nuevo concepto en el intelecto y nuevas realidades.

He aquí la diferencia entre la adaptación a la realidad por medio de las ideas, a la locura, en donde únicamente prevalecen las ideas sin ninguna relación al mundo objetivo.
Aquí se afirma como la ciencia llega a ciertas nociones o teorías de acuerdo a la capacidad cognoscible que tiene de información a ciertos paradigmas establecidos. Y como toda sensación de la realidad es propensa al cambio por efectos naturales en el objeto por “causalidad” de la misma forma las ideas se conforman por estas sensaciones en conocimiento abstracto o de razón, sujeto por todos los medios al cambio.

En efecto, romper paradigmas e ideas aceptadas es cuando nos referimos al cambio, es cuando a la locura se les llama nuevas teorías y diferentes posibilidades. Como ha nacido la teoría de la relatividad, la gravedad, la redondez y el sistema heliocéntrico de la tierra, la ley de la atracción, el principio de mentalización, la teoría del caos, entre otras.
Manipular la imaginación a tu antojo es transformar las sensaciones, como la emoción, y por lo tanto, tu percepción del mundo objetivo.
Por esto los necios no reciben otra cosa que el error respaldado por el error, pues se sujetan a ideas antiguas, a una conciencia que no evoluciona y que posiblemente llegue a manera de “fatum” a su destino, este abismo oscuro llamado monotonía y resistencia al cambio.

Por otra parte, cuando el individuo ha aceptado la constancia del cambio, cuando ha roto todo paradigma o creencia, se dice que es por consiguiente un hombre creativo que tiene como ciencia “el pensar sin límites” y esto es obra del genio intelectual que por todos lados le asaltan pensamientos, como aguijón le lastiman el cerebro, y en determinadas ocasiones, si no se controla, llega el autismo. Que en efecto, no le teme, más bien le agrada. ¿Pues en quién más confiaría si no es lo que el es? Y ¿Cómo no podría sentirse seguro con él mismo en un mundo sin razón? Aquí es cuando lo raro es importante, cuando su autenticidad pasa a ser un brote de luz que se aporta de manera natural a la sociedad, a toda forma de política, a la religión y a la cultura.

“La naturaleza hace de éstos uno de un millón” aunque por el contrario, como ha mencionado Goethe, si esto no se hace presente dejemos que todo fluya, “Que en nuestros escenarios cada cual pone a prueba lo que desea, Por eso, en este día, no escatiméis en decorados ni artilugios. Usad las luces del cielo la grande y la pequeña; podéis derrochar las estrellas; que no falte ni agua, ni fuego, ni paredes de roca, ni animales, ni plantas. Que entre en la estrechez del escenario todo el círculo de la Creación y vaya, con moderada rapidez, pasando por el mundo, del Cielo al Infierno”