viernes, 16 de julio de 2010

Ley de los contrarios

Así como dice Spinoza: “El día demuestra, a la vez que su propia existencia, la noche” pues cualquier existencia manifestada presupone su contrario, y de esta forma se cumple la razón de ser.
Es certero saber que cualquier aprendizaje es posible si éste funciona por sus causas contrarias y esto significa en su forma más general, que el significado de las cosas que percibe la conciencia están definidas en sus muchas características que inmediatamente de acuerdo a su percepción son reflejadas a su existencia. Esto es, por ejemplo, las cosas que se pueden ver, funcionan de acuerdo a la luz reflejada y la capacidad del órgano (vista) de hacer que esto sea posible, mas si uno de estos factores es deficiente no sería posible un entendimiento de las formas del objeto ni su posición en un determinado espacio.
Si reflexionamos en cuanto a la ausencia de uno de estos factores podríamos diferir que uno depende del otro, pues ¿que sería de la vista en la ausencia completa de luz? Y ¿que sería de la música en la ausencia de intervalos de silencio? Eso se define como una armonía. Tanto como el dolor es posible si antes no hubiese permanecido en otro estado.
Por consiguiente, cualquier objeto sufre variaciones en su estado a razón de que esta posibilidad está relacionada directamente con su anterior posición, aunque éste objeto sea una emoción humana. Así el dolor es al placer, como la vista en su armonía de oscuridad y luz, como la muerte al nacimiento etc. Y así cualquier presencia es posible porque ella misma significa una armonía o balance.
Una cosa es conocida como una armonía de sus cualidades, sin embargo, el proceso mental de percepción es tan rápido, que éstas características de contrarios difícilmente son captados en su forma individual, mostrando al que conoce sólo la forma más completa del objeto, que es el completo balance de factores o la unión de sus cualidades.
Así la naturaleza de cualquier ser es conocido simplemente como el es, o en la naturaleza humana como vimos anteriormente, “yo soy el que soy” la unión de sustancias, producto de una armonía de cualidades, que sin sus contrarios, imposibilitan su existencia.
Cabe mencionar que ésta intuición es de acuerdo al plano material, es decir, nuestra percepción del mundo y lo que cabe dentro de nuestra conciencia, pues la ausencia total de todo esto es el vacío, y esto significa un conocimiento inexplicable en función de la razón, por lo tanto, evitaré explicarlo.

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